…Aún, como una visión te puedo abrumar, moviéndome bajo cielos que jamás han visto tus ojos vivientes. De eso no cabe duda, al principio, te costará darte cuenta que soy una gran doncella o una chiflada de remate. Y al final, no lo sabrás todavía. Así es cariño, soy un poco paradójica…
En los últimos ocho meses he por las travesías menos inesperadas, estar profundamente enamorada, entregar mi corazón de manera desmedida y apasionada...vivir las experiencias más increíbles con alguien...pedir mesa para dos… los planes del futuro se comenzaron a formar con oraciones que incluían un “nosotros y juntos”
...cambie mi auto y mi forma de conducir... no me agrado del todo...
Comencé a justificar de más… y tome una decisión por impulso de esta forma llego mi primer viaje al extranjero, emoción… al regresar... decepción, humillación, mi corazón roto, terapia una vez por semana... entrega de recuerdos, el intercambio de un objeto por un último beso.
El momento de la graduación, parecía que todo iba a estar “BIEN”…”Ya había logrado algo importante algo que no todos pueden tener"… pero solo sentía una profunda tristeza, soledad, llanto, enojo, frustración, desilusión, subí de peso, gaste mucho dinero en cosas que no necesitaba, sospecho que era un intento de llenar el hueco que sentía en mi pecho, terapia dos veces por semana, llanto incontenible, insomnio y terrible sueño, perdida de la concentración, acercamiento hacia mis amigos, mucha comida, angustia, ansiedad, ganas de quedarme en el suelo, desesperación, incertidumbre, seguí comprando cosas innecesarias, mis amigos se acercaron demasiado a la zona del desastre, muchas idas al cine, demasiadas palomitas con queso…
Se asomó esperanza de que estaría bien, comenzaba a respirar, sin embargo recaí…me convertí en un zombie, solo caminaba y despertaba porque debía de hacerlo, mi cara no expresaba nada, me miraba al espejo y no me reconocía…
Comencé hacer historias en Instagram, jugué PlayStation y me obsesione, me di cuenta que estaba en depresión, entre en shock de ver que antes era todo para dos y ahora solo era yo, comencé a extrañar tanto lo que me hacía tan feliz, lo que creí que era la respuesta a mis oraciones, frustrada y desilusionada por mil, me aguante las ganas de llorar y reclamar, estaba enojada todo el tiempo, deje de respirar y de nuevo vino caos… pero descubrí una chispa de esperanza me aferre a ella, luche, luche como nunca, como nadie, como si fuera lo último, aunque sabía que era una mala idea, decidí continuar y alejarme de la opinión de los demás…
…Me aislé de mis amigos, volví al inicio del círculo, estaba asqueada de mi situación, pensé que también ellos, continúe sosteniéndome de esa esperanza, un nuevo latido, una nueva vida, emoción, alegría…me subí de nuevo al barco… un rencuentro, emoción, y comenzó a llegar la serenidad… aunque parecía que éramos dos solo era uno en la ecuación…
…Compre una bicicleta, algo en mi corazón cambio… y al pedalearla por primera vez e ir por el parque sintiendo el viento en mi cara y los rayos del sol sobre mí, fue real…algo se activó, yo ya no era la misma, seguía andando con mis pedazos rotos, pero cada vez que la llanta de la bici daba vuelta parecía que algo se iba uniendo en mi…
Sigo andando… continuo alejada de mis amistades, dudo que sea una buena idea, pero sé que están ahí y que me aman, intentaré acercarme de nuevo…
Caí en un hoyo, en vez de salir escarbe más profundo, pero encontré de donde sostenerme, estoy buscando la manera de salir, sé que lo haré… sé que no muchos lo entienden… pero es mi propio proceso…
Me extraño, extraño como mis ojos sonríen y mi forma de ver la vida, trato ya no de salir con mi nube gris, sé que todo vivido, es una lección aprendida, sé que Dios me sostiene, sé que de esta saldré victoriosa, llena de gloria, totalmente transformada, regenerada… creo que es la metamorfosis más dolorosa que he tenido a mis 32 años, pero después de una larga y oscura noche, vendrá un amanecer espectacular…y espero con ansias el verlo…
…En mí se compone la delicada feminidad entre nueve partes de acero…
… Durante la estación de las lluvias, te ahogaré con mis desconsuelos, y cuando el sol regrese y se asome entre las nubes te haré sonreír…
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