30 de septiembre, es una fecha
esperada por mi, siempre me ha gustado festejar mi cumpleaños, estos siempre están llenos de muchas aventuras y ciertas circunstancias que marcan un
inicio diferente, es el momento justo donde cierro ciclos e inicio nuevas facetas
de mi vida.
Como ya lo he escrito en post
anteriores, mi cumpleaños 32 marcaba la pauta para cumplir ciertas metas que me
había propuesto tiempo atrás y que por decidía no me había dado a la tarea de llevar acabo, así que di inicio a todas esas cosas pospuestas.
Socialmente cumplir años conlleva
muchas cargas, que si ya te independizaste de tus padres, que si ya tienes
auto, que si estas rentando o pagando tu departamento, que si ya tienes pareja,
que si estas pensando en casarte o tener hijos, que si ya tienes un aumento de sueldo
o ascendiste en tu trabajo y peor aun si eres mujer, todo te suena al tic tac del reloj.
Platicando con mi terapeuta, me
comento que al rededor del cumpleaños existe un ciclo energético, en el cual
tomas decisiones importantes y definitivas en tu vida, que a trasforman y pero
que también te hacen entrar en crisis.
Hace un año mis metas eran unas muy diferentes a las que alcance al finalizarlo. Sin embargo las circunstancias que se me presentaron sorpresivamente y cero planeadas, unas cosas salieron bastante bien y de otras salí un poco raspada, aunque recibí golpes fuertes cuando descubrí que los aspectos de mi vida que y creía que estaban sanos y bajo control resulto que no era así, existían algunas fisuras y hasta fracturas.
Hace un año mis metas eran unas muy diferentes a las que alcance al finalizarlo. Sin embargo las circunstancias que se me presentaron sorpresivamente y cero planeadas, unas cosas salieron bastante bien y de otras salí un poco raspada, aunque recibí golpes fuertes cuando descubrí que los aspectos de mi vida que y creía que estaban sanos y bajo control resulto que no era así, existían algunas fisuras y hasta fracturas.
Así que...un par de meses atrás
tuve un golpe emocional importante y a partir de ahí todo cambio en mi vida y tal
cual, efecto domino, las piezas que estaban mal comenzaron a caer. Estuve en crisis por más de 4 meses, lo que me sacudió el alma por completo, llegando al
punto de preguntarme ¿Quién soy?, se imaginan ustedes, dudar de si misma, de
sus valores, de sus sueños, poner en duda los pensamientos, la propia realidad. En este
momento vienen tantas respuestas tan obvias y claras a mi cabeza, pero durante
varios meses permití que a alguien diera respuesta a esa pregunta.
Y fue así que después de tocar
fondo en esa relación, me di cuenta que era el momento y la situación perfecta
para poner las bases y cimientos firmes, para reforzar lo que realmente yo soy,
para valorarme, amarme, respetarme, tomar esa caída que me llevó a lo mas
profundo de mi ansiedad, de mis miedos, de
mis frustraciones y mis traumas, solo para encontrar un trompolín al final y
poder dar ese brinco a un crecimiento, espiritual, personal, emocional y
encontrar un nivel de paz que desde hace varios meses no lograba experimentar.
Es curioso como estas sacudidas
son parte aguas para tomar mejores decisiones, hacer cambios, pero sobretodo
hacernos consientes de quienes somos, hacia donde vamos y a quien elegimos para
que nos acompañe en el camino.
Y el tema principal que quiero
tocar en este post no es una relación fallida, SI NO LA FALTA DE AMOR PROPIO, muchas
veces no reconocemos quienes somos y dejamos que los demás se conviertan en el
centro y en la mayoría de las circunstancias es para cubrir una necesidad afectiva.
Leí una frase que decía, “La
pareja que escoges es directamente proporcional al AMOR que te tienes.” Absolutamente
todos tenemos ideales y creemos que con
el hecho de pensarlo se vuelve realidad, ocasionalmente vivimos en una fantasía
que anhelamos hacerla realidad. Las parejas que nos permitimos son el reflejo
de lo que somos, y aclaro no solamente hablo de parejas sentimentales, si no
las amistades y relaciones de trabajo.
“El amor propio tiene muy poco que ver con cómo te sientes con tu apariencia. Se trata de aceptar todo de ti mismo”. -Tyra Banks-
El amor propio es como una brújula
que nos señala el norte, es quien nos guía en los momentos oscuridad donde el
rumbo parece incierto o perdido. Sin amor propio somos muy vulnerables y
propensos al maltratado y manipulación, quedando a merced de intereses o deseos
ajenos ya contraemos la fuerza de poner límites. Quiero dejar claro que si
a tu vida llega un ser violento y manipulador no es tu culpa, pero si eres
responsable de la permanencia en tu vida. Un manipulador casi siempre es mitómano,
jamás se dará cuenta de que lo es, siempre te hará sentir culpable, buscará las
respuestas mas absurdas a tus preguntas, buscara la forma de humillarte, eso si
el siempre será la victima. El típico “todos están mal” y él siempre tiene la
razón.
No permitas que alguien, sea
quien sea, tu pareja, amigo, familiar, compañero de trabajo, te haga dudar
sobre tus pensamientos, tus emociones, no permitas que tome tu vulnerabilidad
para manejarla a su antojo, no permitas que te quite tus sueños.
Me despido haciéndote una
pregunta ¿Hoy te estas amando?
“En realidad son nuestras decisiones las que determinan lo que podemos llegar a ser, mucho más que nuestras propias habilidades”. -J. K. Rowling-
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