Maya… para mi Maya es la perrita ideal, es educada, independiente, no ladra, solo ha ladrado en máximo 4 ocasiones, no es traviesa, ni destructora, ni hostigosa, ni encimosa, aprendió en un día a ir al baño, y en unos pocos días más aprendió varias órdenes de obediencia y algunos trucos.
Después de dos días, de ver que no mejoraba y buscando otras opciones encontramos un hospital especializado en ortopedia, le tomaron radiografías y tomografías, para lo cual tuvo que estar sedada y ahí fue que se le diagnostico degeneración ósea congénita, lo que significó que ella a la edad de un año tenia los huesos desgastados como un perrito anciano de 10, la cual le generaba bastantes dolores muy fuertes en la columna, cadera y sus patitas traseras, durante tres años continuos estuvo en tratamientos, con una inyecciones, fisioterapia y muchas vitaminas.
A ella como a todos los perritos, les encanta caminar, correr, jugar y brincar mucho… pero siempre he tenido cuidado extremo con ella, en que no haga movimientos bruscos, la cargo y la bajo de lugares altos para que no brinque, y modero las caminatas, y pues su alimentación tiene que manejar un peso adecuado para que el sobrepeso no deteriore más su condición.
Ella siempre fue una perrita muy linda, desde pequeña, ella fue una perrita rescatada, su historia: fue una cachorrita que estaba abandonada en un taller mecánico, donde era maltratada, de echo aún tiene varias cicatrices en su cara y en algunas partes de su cuerpo. Afortunadamente Dios nos unió…
Recuerdo estar caminando por una plaza y entre a una veterinaria donde tenían mascotas para adoptar y de repente ahí, atrás de un cristal la vi, me ladró, puso su patita sobre el cristal, y luego su nariz, ahí vi que era la peludita más hermosa que había visto, sus ojos enormes y sus patotas, le pedí a la encargada que si la podía ver, fue por ella, y en cuando salió Maya corrió hacia mí, me lleno de besos, la cargue y de ahí jamás la deje… ese mismo día se fue conmigo.
Amo todo de ella, su pelito, sus patotas, amooooo de sobremanera acariciar sus orejas, amo cuando recarga su cabeza sobre mi pierna para que la acaricie, o como me lleva la pelota para que juguemos, como se emociona cuando salimos de paseo, me entristece cuando duerme tan profundo y tiene pesadillas porque llora mucho, solo me acerco y la acaricio suave y le digo que todo está bien, amo como mueve su cola como reguilete, y mueve su cadera cuando bailamos juntas.
Maya es muy especial para mi vida… llego justo en el momento donde tenía mi corazón roto, y ella me ayudo a sanarlo, ha estado en momentos de felicidad y de angustia, ella sabe y me siente… cuando estoy feliz, cuando estoy triste y siempre me da su pata en todo momento.
Pueden existir perritos maravillosos, pero jamás una Mayita DanVers.
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