Que bien suena mi nombre en tu boca.
Que bien sabe tu nombre en la mía.
Que coincidiencia maravillosa
que todas mis bromas den con tu sonrisa.
El mundo es otro en tu compañía
y esa traviesa forma en que aveces me miras
me dice que ya es hora amiga mía.
Es hora de ser algo más,
es hora de ser algo más,
algo más, algo más.
Podríamos pasar todo el día
de la trivialidad a la filosofía.
Tu cuerpo es una dulce tortura
si rozan mis manos a la curva de tu cintura.
No quiero lamentar mi demora,
ni desequilibrarnos por prisa,
pero creo que ya es hora amiga mía.
Es hora de ser algo más,
es hora de ser algo más,
algo más, algo más.
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